Alambritho

lunes, 18 de noviembre de 2019

Constitución Política y Cristianismo





Aprendamos de la historia, en 1974 un grupo importante de evangélicos firmó una declaración que afirmaba que las violaciones a los DD.HH de la dictadura cívico militar de Pinochet era un invento del marxismo internacional. Sabemos muy bien cuán equivocados estuvieron y cuán vergonzoso y contrario a los más elementales valores cristianos fue esa mentira y encubrimiento. En 1989, para el plebiscito, el Consejo de Pastores (que representaba a muchas iglesias evangélicas), en la voz del obispo Javier Vásquez llamó a votar por el sí, diciendo que de ganar el “no” seríamos comunistas como la URSS. Sabemos muy bien cuán equivocados estuvieron.


¿Se acuerdan cuando dijeron que con la ley de culto de 1999 iba a meter presos a los pastores? Sabemos cuán equivocados estuvieron, al contrario, salió una ley de tanta libertad y ausencia de deberes a las organizaciones religiosas que lamentablemente permitió que se multiplicaran iglesias que han abusado haciendo multimillonarios a sus líderes, según todos sabemos muy bien. ¿Se acuerdan que dijeron lo mismo con la ley Zamudio o con el AUC, que nos meterían presos? Nada de eso resultó ser real, solo fue el miedo de siempre, el prejuicio de siempre, amparado por el desconocimiento. Estaban equivocados, basados en el miedo, y no en el respeto por los demás, cuestión que demanda el evangelio.
Hoy es la misma estrategia, utilizar nuestro miedo para paralizarnos, diciendo exactamente las mismas cosas, que todo el movimiento lo inventó el marxismo internacional, que nos volveremos como Corea del Norte, que meterán presos a los cristianos, receta vieja y probadamente falsa.
Nos han manipulado con el miedo políticamente desde hace mucho, nos hacen hacer el ridículo y relativizar el amor por el prójimo y el respeto por las personas y sus condiciones de existencia, lo hacen constantemente, y creen que puede seguir funcionando para usarnos en favor de poderosos intereses económicos. No lo permitamos.
El proceso constitucional democrático que se viene, experiencias que han sido utilizados en países como USA o Francia, implicará la participación de actores de toda la sociedad chilena, eso incluye a las personas que creen en Dios, incluye a los chilenos y a los que viven en nuestro territorio. Este proceso es nuestro, es de todos.
No más miedo sino fe; trabajo informado amplia y diligentemente; participación llena del fruto del Espíritu que es paz, alegría y justicia; no más luchar contra enemigos imaginarios; colaborar con un país donde quepan y vivan en paz, armonía e igualdad creyentes y no creyentes, cristianos o de cualquier religión. Trabajemos para construir la justicia, vivamos la fe que obra por el amor, no para ser unos reaccionarios, atemorizados, en estado de alerta, con delirio de persecución, sino personas valientes, honestas, tranquilas, confiadas, ecuánimes, justas. Las organizaciones que se están levantando contra el proceso constitucional, son continuadoras y financiadas por grupos funcionales a los intereses económicos y empresariales afines al pinochetismo (el mismo que persiguió a los evangélicos que denunciaron sus asesinatos y que permitió predicar sólo a aquellos que no denunciaban sus crímenes). Utilizan el miedo para favorecer un sistema económico contrario a la vida, pro-explotación, pro-abuso, pro-contaminación, pro-desigualdad, pro-endeudamiento y usura, acumulacion y clasismo. La Constitución es el amarre clave para mantenerlo tal y como está.
Hermanas, hermanos, estemos a la altura esta vez, colaboremos con la paz y la justicia para todos los que viven aquí, para que vivamos quieta y reposadamente, con toda PIEDAD y honestidad. 
















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